no es casual que cada acción social desarrollada por el gobierno nacional sirva a los sectores opositores para bastardear tanto a la acción misma como a los sectores beneficiados por estas.
viejos discursos morales se plasman en el audio político como carnada para ciudadanos incautos, que hacen de la inmadurez social y política un apostolado.
cuando descaradamente se agrede estas iniciativas de Estado, indirectamente, se violenta, una vez más la idea de bienestar social que implementó el peronismo.
aun hoy se sigue sin comprender las dimensiones generales del peronismo como irrupción en la historia lineal de nuestro país.
indulgentemente algunos llaman a la unidad nacional, dejando de lado el partidismo, como si esa instancia por sí sola pudiera definir el mapa social del porvenir.
buscamos, en retóricas intelectuales que lejos están de las actividades concretas de las bases sociales, la definición acaba del "ser nacional" como sin en ello fuera la vida. tan fríamente se analiza el vacío ideológico que no se pone en perspectiva que tal vacío fue producido por las élites gobernantes y de poder que destituyeron todo estuto social y popular durante años.
puede sonar ligero, pero en la identificación de base, al "ser nacional" lo dio el peronismo, lo constituyó, y lo forjó entorno a ideas concretas que tenían como principio el equilibrio entre capital y justicia social y que tomaba como sujeto histórico de ese "ser nacional" a los sectores populares, es decir a los perdedores de la historia mitrista.
es muy difícil decir que hoy existe un resurgir de aquel peronismo, hay sin dudas, claras señales de mejorías sustanciales en el plano popular y social.
es cierto también que el peronismo está vivo y eso molesta.
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