viernes, 14 de mayo de 2010

EL GRAN SIMULADOR

los modos de comprender y ejecutar la política por parte de la oposición sólo encuentra eco en los núcleos sociales que las fomentan, utilizando los canales de difusión y de acción pedagógica constituidos, racionalmente para ello.
así cuando un juez falla en contra de un sector de poder (caso Macri, por ejemplo) el republicanismo pedante de determinados dirigentes, señalan con saña y malicia, "el atentado a la democracia". cuando un juez (caso ley de medios), imparte un fallo que obtura el normal funcionamiento de una democracia y lo hace con claras intenciones de proteger intereses particulares sobre los colectivos, para los "demócratas" insatisfechos, se proclama una autoridad en nombre de toda la Nación.
en éste sentido, los arrebatos jurídicos de jueces funcionales a los intereses económicos empresariales monopólicos, no constituyen un hecho político, sino un mero acto de justicia, aun cuando éste acto implique descalificar abiertamente una acción concreta de una institución democrática como lo es el Congreso Nacional. lo curioso, qué estás manifestaciones surgen de sujetos que allí operan a favor de tales intereses y que hablan sólo cuando han perdido en votaciones transparentes.
estas discusiones o menciones, se sostienen desde una moral republicana que es sólo retórica y funciona para un electorado atrapado en la red del imperio mediático. de ésta manera, una vez más, se pretende vaciar de contenido, de significado a la política y es así porque la oposición no posee argumentos políticos viables y sólidos para sostener sus acciones inocuas.
en la ciudad de buenos aires, el gobierno macrista, apela al infantilismo verbal para no tener que discutir sobre sus no actos de gobiernos.
en el parlamento el radicalismo (que jamás se hará cargo de su larga y tremenda historia en contra de los movimientos nacionales y populares, ni de las represiones a los trabajadores) utiliza los preceptos morales de la vieja Unión Democrática para ver como puede recuperar la confiabilidad de los mercados.
pino solanas sufre constantes regresiones frustradas utilizando un imaginario digno de alguno de sus documentales, olvidando uno de los mejores donde entrevistaba a Perón, al menos tenía allí algo de donde aprender.
lilita carrió engendra monstruos dignos de alguna tira de suar.
el gobierno ha sabido invertir porcesos adversos y potenciarlos con respuestas políticas concretas
que se manifiestan a favor de la justicia social. también hay gestos políticos contundentes: el sindicalismo vuelve a ocuparse de la política, el armado de la corriente nacional de sindicalismo peronista y las 62 organizaciones gremiales peronistas regional capital, así los demuestran, y esto quiere decir que algo ha cambiado en la política nacional y que ese cambio aspira a ser profundo.
jauretche decía, mirando a la oligarquía de frente: "para ustedes la Nación se realizó y fue derogada; para nosotros, todavía sigue naciendo"...

lunes, 26 de abril de 2010

MITOS

el sentido común lleva a pensar que la política, el sindicalismo y la militancia, están estrechamente vinculados con un sentido estricto de la moralidad. quienes rehuyen del compromiso social acumulan críticas infundadas que se sostienen en la falsa moral.
éste momento histórico no responde a las casualidades y si bien éste gobierno no es, desde el punto de vista ideal (punto de vista en el cual caemos o caímos luego de lecturas que nos llevaron lejos de la comprensión de la cuestión nacional), el peronismo del '45, es lo mejor que la política ofrece para recuperar los espacios que la oligarquía nos fue robando.
el escepticismo es bueno y dulce para la discusión de café o la trasnochada filosófica, pero es decadente para implicarse en la cuestión social que muta alrededor de mitos construídos para expulsar militantes del campo socio-político.
la leyenda nacional, creada y aplicada por una pedagogía de la dominación, desfavorece a los políticos y a los sindicalistas, sobre todo y más que todos, si ellos son peronistas. hay una construcción racional que va deconstruyendo la idea de la participación política, la idea de la lucha sindical.
a muchos éste momento histórico nos ayudó a comprender la irrupción revolucionaria del peronismo en la historia argentina. juzgábamos el presente desde la ausencia del pasado culpando al actor equivocado.
la crítica siempre fue fácil, sobre todo si mamá nos subsidiaba el escabio, entre otras cosas. pero algunos tuvimos la oportunidad de cambiar gracias a las puertas que éste modelo fue abriendo lentamente. maduramos intelectual e ideológicamente y asumimos las responsabilidad de la militancia, mientras otros, cómodos en el escepticismo que los justifica se fosilizan en la crítica vacía.