jueves, 10 de julio de 2008

PAN NUESTRO DE CADA DÍA




para despejarnos un poco la cabeza, cargada con tanto gobierno-campo, los medios de comunicación se encargan de un nuevo flagelo que azota a la sociedad "nacional": LA VIOLENCIA ESCOLAR.
la reducción del tema al ámbito moral restringe, desde la perspectiva mediática, cualquier análisis a conciencia sobre tan compleja cuestión. esta visión moralizante (algo común, además, en los mismos espacios escolares) estigmatiza tanto a los alumnos como a los docentes y se estanca en la descripción unidimensional de patologías individuales.
tantos e fragmenta la información que termina de ocurrir lo mismo con determinadas categorías: así esquemáticamente nos encontramos con diferentes tipos de violencias; violencia escolar, violencia familiar, violencia en el fútbol, etc.; el tema, el concepto y la categoría terminan por vaciarse de contenido de manera trágica, y decimos de manera trágica porque así se pierde de vista la complejidad de conflicto.
cunde la psicosis: los adolescentes son bárbaros y vienen por el pobre e indefenso docente. Señora ¿sabe dónde está su hijo ahora?
situaciones aisladas se reproducen al infinito por radios, diarios y televisores. entonces la cuestión se universaliza y el pánico entra las casas. lo cual implica una necesaria violencia. ¿paradoja?, no, sistema.
sin minimizar, ni negar la cuestión escolar, tenemos (estamos obligados éticamente, creo) que pensar la violencia como un componente escencial del sistema. sin ella él perdería muchas de sus posibilidades extensivas.
vivimos en una sociedad violenta, donde los más perjudicados son los más chicos, que han quedado absolutamente abandonados, desprotejidos, en el campo psico-social.
es interesante lo que refleja el lic. Norberto Boggio al intentar describir la situación del ser adolescente en la era "pos-moderna": " en contraposición a la cultura de la modernidad, que se apoya, entre otras cosas, en un modelo adulto fuerte, en la lógica de la pos-modernidad la adolescencia deja de ser considerada una etapa de la vida para ubicarse como un "modo de ser" al que aspiran sujetos de todas las edades. la aspiración de ser adulto es sustituida por la aspiración de ser adolescente".
es posible pensar que las subjetividades se ven alteradas en función de la expansión de los mercados, ya no productivos sino de consumo. la violencia es parte de ese mercado, es un medio, y es así mismo una mercancía. el sujeto: la nada.

1 comentario:

P dijo...

Sonrisa blanca con olor :D